HISTORIA & ORIGEN DEL DÁLMATA
3.700 AC, Egipto.
Se encuentra la primera pintura de un perro con manchas, junto al constructor de a Gran Pirámide, Rey Cheops o Khufu.
1.700 AC, Atenas
El arte nos deja otra huella relevante en la historia de la raza: un fresco que se puede visitar en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Este fresco inmortaliza una escena de caza en la que dos perros, uno con manchas negras y otro con manchas hígado, cazan un jabalí. Lo que más sorprende es el tamaño de las manchas del perro, pues son circulares y de tamaño pequeño, una de las principales características del dálmata.
400 AC
Se data el origen del dálmata, como resultado del cruce entre el “Sabueso de Creta” que era una raza de perro que fue utilizada para cazar antílopes y el “Perro de Antílope Blanco” (White Antelope Dog) del antiguo Egipto, de cuyo cruce resultó un sabueso que instintivamente corría libre junto a los caballos, cazando, y principalmente, persiguiendo a los ciervos.
Fuente: Libro “Dalmatians Today” de Patches Silverstone
siglo XVI
La caza cambió y no era necesario el uso de los sabuesos con manchas, aun así destacaba su maestría para trotar junto a los caballos.
Los jóvenes aristócratas británicos que viajaban al extranjero, principalmente en el continente europeo, los consideraron idóneos para la labor de perro de carruaje (carriage dog), que contaban además con pies y extremidades fuertes y un cuerpo atlético con una notable bondad hacia los caballos.
Así, compraban estos sabuesos a gitanos y jugadores errantes, que también se habían sentido atraídos por la inusual apariencia de los perros con manchas de una belleza muy característica.
1930, Croacia
Vane Ivanovic, General Cónsul de Mónaco en Gran Bretaña y un miembro del British Dalmatian Club, llevaron un par de dálmatas a Dalmacia, como presente para su padrastro, Bozo Banac, quien expresó el deseo de introducirlos allí, dada su elegancia y sus bondades. Es más preciso decir que el nombre proviene de “Damachien” “Dama” significa gamo una especie de cérvido nativa de la región mediterránea) en latín y “Chien” sabueso o perro, en francés como entonces eran conocidos popularmente.
Teniendo en cuenta que proviene de razas del desierto, el dálmata se camuflaba perfectamente gracias al color blanco del pelaje, que se puede mimetizar con la arena clara, y las manchas que se asemejan a las piedras del entorno. Por lo tanto, suponemos, que los perros con manchas se criaron entre sí, para fijar esas características, y por eso, la raza ha perpetuado durante siglos con una sorprendente carencia de cambios físicos.
Hay un vacío en nuestro conocimiento de la raza hasta los inicios del siglo XVII. Se sabe que gitanos y jugadores errantes de varias zonas de Europa, adquirieron un perro de manchas, atraídos por su inusual apariencia.
Su inteligencia y actitud alegre los hizo compañeros de gran estima. También se comenta que, tras el Tratado de Utrecht en 1712, varios soldados se llevaron desde España a dálmatas con ellos.
Algunos libros sobre dálmatas, incluyen referencias sobre el sabueso de Talbot, tal y como era comúnmente conocida la raza en el año 1830. El nombre Talbot proviene de la familia Talbot de Alton (cuyo patrimonio ahora es el parque temático Alton Towers), condes de Shrewsbury y Talbot. El sexto Barón, Sir John Talbot, fue nombrado conde de Shrewsbury en 1442 y su escudo de armas presenta dos sabuesos blancos, con largas orejas, tamaño medio y fuerte cráneo.
En 1743 el fundador de la fortuna de la familia, el Almirante Lord Anson, navegó con su barco Centurión a Macao (China). Mientras se quedaban sin provisiones y difícilmente podrían conseguir más, Lord Anson visitó personalmente al virrey de Cantón, para pedirle ayuda. Un incendio comenzó en los almacenes del virrey de Canton, y el equipo del Centurión ayudó a controlarlo, por lo que esa ayuda que precisaban les fue dada. Además como agradecimiento, los comerciantes europeos regalaron a Lord Anson una magnífica vajilla china.
Lo más destacado de esta historia es que, como era de costumbre en la época, consultaron sus preferencias decorativas y el resultado fue una vajilla de 208 piezas con perros con manchas, de gran parecido a los dálmatas, detalle que se observa en diferentes imágenes de su propiedad Shugborough en Inglaterra.
En los archivos familiares, no hay menciones sobre dálmatas en Shugborough, así que nadie puede saber por qué ocuparon esta prominente posición. Quizás pertenecieron a Lord Anson, o fueron importados por su mujer, como regalo de bodas. O bien, un regalo de parte de los mercaderes chinos, a los aristócratas ingleses.
101 Dálmatas, la famosa película de Disney que popularizó esta maravillosa raza nos deja unas imágenes como estas de su producción, sin duda, toda una aventura que como resultado final, nos llevó a enamorarnos de estos maravillosos perros y de la historia de Pongo y Perdita.
Esta antigua raza canina llega a la actualidad sin haber experimentado ningún cambio morfológico o estético. El dálmata siempre ha tenido la misma forma y dimensiones, el mismo manto y el mismo carácter. Deseamos que se siga criando sin variaciones, porque es y debe seguir siendo un dálmata.
Al ir aumentando la población de esta raza, John Henry Walsh publico el primer estándar.
Su primera aparición en las muestras caninas tuvo lugar en diciembre de 1860 en Birmingham, donde el público asistente pudo contemplar dálmatas reales, no solo los que veían en pinturas y grabados, tenían delante el perro manchado provocó gran admiración.
El primer club que se creó en el continente europeo fue fundado en 1920, Alemania. A partir de 1930 se constituyeron en otros muchos países.
La gran popularidad se debe a su llegada a la gran pantalla en la famosa película de Walt Disney, 101 Dálmatas. Es importante destacar que esta película no es fruto de la imaginación y fantasía, sino que realmente refleja la sensibilidad, la inteligencia y la bravura de este perro. Todos los propietarios de un dálmata nos podrán dar fe de ello.
Conocidos como los “perros bombero” por su arraigada unión a los carruajes, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. Los carruajes de bomberos, tras la aparición del automóvil, se convirtieron en camiones, pero continuaron preservando a su mascota canina como insignia de su oficio.
