Camadas Condes de Azahar
Somos amantes de la raza dálmata en especial y del mundo canino en general, no nos dedicamos únicamente a la cría de dálmatas, más bien podríamos decir que trabajamos para vivir cómodamente, fieles a nuestro estilo de vida y dar soporte a esta sana afición, ahora como criadores responsables y familiares de dálmatas.
Ser criador ocasional para nosotros implica un compromiso firme: tanto con la raza como con nuestro nivel de profesionalidad, que comienza ahora en la selección y planificación de camada hasta la entrega y asesoramiento a las familias durante la vida del ejemplar.
¿Sabías que el dálmata tiene unas características físicas y en cuanto a carácter definidas? Efectivamente así está registrado y lo puedes consultar de un organismo oficial, se trata del estándar que podemos encontrar en la FCI (Fédération Cynologique Internationale es la Organización Canina Mundial. Este organismo es internacional y consta de 97 miembros y socios contratantes, un miembro por país, que expiden, cada uno, sus propios pedigríes y forman a sus propios jueces.) y recoge todo acerca de ésta y muchas otras razas caninas, para así garantizar la correcta prosperidad de las razas en el futuro.
Ésta pasión: la cinofília y el amor por los dálmatas, nos lleva a estudiar y evaluar ejemplares, donde hay muchos que nos fascinan y otros que no son representativos de la raza y nos invita a reflexionar sobre la necesidad de trabajar por el bienestar y la mejora de la raza, no hay que olvidar que es una raza que se ha preservado como es hoy en día desde hace siglos y sigue semejante al estándar.
Así pues nuestra misión es la selección y cría de ejemplares que representen las bondades de esta maravillosa raza, con cariño y responsabilidad, pero sobre todo con la certeza del trabajo bien hecho, pues así somos en Casa Condes. Nuestro objetivo pone foco en la buena salud, carácter amable y libre de nerviosismo así como la belleza.
Otro tema que nos parece de suma importancia es la salud. En primer lugar de nuestro ejemplares, llevamos un control veterinario regular y uno específico en cuanto a su alimentación, puesto que es nuestra veterinaria la que prepara la dieta de nuestros perros, pues es también nutricionista, aunque lo cierto es que por suerte, no le damos mucha guerra.
El dálmata, pese a que se dice que tiene una delicada salud, no es cierto, pues es una raza fuerte y sana. Existen patologías o enfermedades propias de la raza dada la predisposición genética del dálmata, como son la sordera y el ácido úrico alto, esto útimo puede llevar a la creación de cristales de urato, que se pueden hallar en el trato urinario y que pueden llegar a afectar la salud del riñón, si bien es cierto que es algo que se trata con una correcta alimentación y control veterinario, en el caso de que aparezcan. Es por eso que la selección y el trabajo del criador es muy importante, ya que se descartan ejemplares con problemas recurrentes o graves. Todo esto debe estudiarse con detenimiento para que con la selección evitemos ciertos problemas, aunque la caprichosa genética a veces nos sorprende, procuraremos siempre el nacimiento de cachorros sanos, fuertes y preciosos.
Ahora nos encontramos en plena elaboración de nuestro plan de cría, de modo que en la actualidad no tenemos camadas confirmadas pero sí en previsión. Si lo deseas puedes formalizar una solicitud de reserva, puesto que en caso de estar interesado, necesitamos conocerte y evaluar si efectivamente el dálmata es la raza que encaja en tu vida o no, en cuyo caso no dudes que te ayudaríamos a encontrar a tu fiel compañero o compañera de vida.
Sobre el cachorro dálmata
El cachorro dálmata es tan adorable como temible, en el buen sentido de la palabra. Hablamos de una raza con unas capacidades increíbles para hacer muchas cosas, su inteligencia e inquietud hace que su crecimiento venga a necesitar de mucha paciencia y cariño, porque su educación será fácil pero eso no quiere decir que no vayas a tener que trabajar mucho su educación.
Dicho esto, el tiempo pasa muy rápido, tanto que sin darte cuenta es una etapa que pasa muy rápida y luego echamos de menos. Cuando al fin ves al perro adulto, sentirás una combinación de orgullo, amor y nostalgia, porque siempre verás ese pequeñín o pequeñina que robó tu corazón y te dejó sin calcetines.
